Una problemática que afecta a los usuarios más vulnerables.
Los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte entre los niños y jóvenes de 5 a 29 años en todo el mundo. La creación de entornos urbanos seguros para los menores y sus cuidadores significa crear espacios ideales para toda la comunidad.
Guayaquil reconoce que al crear espacios públicos y calles que fomenten una mejor convivencia entre los usuarios viales, se reducen las muertes y las lesiones graves por siniestros de tránsito, y hacen que los barrios sean más atractivos para los juegos, paseos, así como la movilización a pie y en bicicleta. Esto conlleva, a su vez, a una mayor seguridad integral gracias al uso continuo del espacio.
Es así que, la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (ATM) trabaja progresivamente en la transformación de los alrededores de las escuelas para generar entornos con menos riesgos para los estudiantes y sus cuidadores, a fin de prevenir muertes y lesiones por siniestros viales. Tal es el caso de la Escuela Jorge Enrique Adoum, ubicada en la Cooperativa Pájaro Azul, al norte de la ciudad, donde la ATM realizó una intervención integral ante el reporte alarmante de sucesos viales.
En los últimos 5 años, dentro del área de influencia, se registraron 9 hechos viales, 5 de ellos a causa del irrespeto a los límites de velocidad. Sara Hidalgo, madre de una estudiante de la escuela, señaló una de las problemáticas que existían en la zona. "Los carros nos tumbaban las protecciones que ponemos al pie de la escuela. No hay una seguridad".
El sector es principalmente de uso residencial, además de la Escuela Jorge Enrique Adoum, que tiene aproximadamente 900 estudiantes y 28 funcionarios, se encuentran otros equipamientos como un parque municipal, canchas y la Iglesia Santa Catalina de Alejandría, a la que asisten aproximadamente 200 feligreses semanales. La ATM registra alrededor de 1.456 beneficiarios directos con la intervención.
Una respuesta rápida, de bajo costo, con un gran impacto en salvar vidas
Un área de 26,986.6 m2 fue transformada a través de estrategias de diseño para pacificar las vías de las calles pasando de 50 a 20 km/h. Entre ellas se encuentran la implementación de señalización vertical y horizontal, la reducción de anchos de carriles de circulación vehicular y, mediante Urbanismo Táctico, la ampliación de aceras, la reducción de distancias de cruces peatonales y la creación de una plaza de espera y estancia segura de 280 m2 para estudiantes y sus cuidadores.
La unión de esfuerzos de actores clave garantiza el éxito del proyecto
Este proyecto se implementó a inicios de mayo de 2024 con el apoyo de la Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global (BIGRS), a través de la Global Designing Cities Initiative (GDCI), su socio experto en el diseño seguro de calles.
Se contó con la participación activa de la comunidad en las diferentes fases del proyecto. Las Direcciones de Vinculación Ciudadana y Planificación de Gestión de Tránsito de la ATM, realizaron talleres con los usuarios del sector, en los que se identificaron sus principales necesidades de seguridad vial y se definió la propuesta de rediseño de las calles a intervenir.
Como parte final y esencial en la implementación del proyecto, la ATM organizó una actividad comunitaria de pintura de patrones de urbanismo táctico sobre la calzada, para la recuperación del espacio público; en la que participaron funcionarios de la institución, estudiantes, profesores, padres de familia y residentes del sector. Esta actividad permitió desarrollar en la comunidad un sentido de apropiación del espacio público, lo que promueve el uso adecuado, cuidado y mantenimiento del mismo. De igual forma, promueve el trabajo en conjunto y la cercanía entre la institución pública y la ciudadanía.
Un caso de éxito reflejado en datos
Con el cambio del límite de velocidad seguro en la zona, reduciéndolo de 50 a 20 km/h mediante señalización vertical y horizontal, así como la reducción del ancho de los carriles de 4 a 2,5 metros, se logró una notable disminución de los conflictos entre vehículos a motor y peatones. Además, el espacio destinado a peatones en el área intervenida aumentó del 6 al 10%. La longitud de los cruces peatonales se redujo de 8 a 6 metros.
Gracias a ello, 3,206 peatones cruzan de forma segura la calle, durante las horas de ingreso/salida de la escuela. Además, los peatones del sector expresaron sentirse muy seguros al movilizarse. Glenda Cabanilla, madre de una estudiante de la escuela indicó que “ahora los carros y las motos no pueden pasar hasta acá y eso es más seguro para todos”.
José Franco, Gerente General de la ATM destaca que “los proyectos de Entornos Escolares Seguros son parte de la nueva visión de movilidad en Guayaquil, donde uno de los objetivos principales es garantizar que el espacio público atienda las necesidades viales de todos los usuarios, brindando mayor protección a los más vulnerables. Así estamos salvando vidas”. Estos proyectos se suman al trabajo de la Agencia de Tránsito y Movilidad para seguir salvando vidas en las vías de la ciudad.
